"Leí un libro en el que se decía que en una encuesta sobre las palabras
más bonitas del español había resultado ganadora Cristal. Me quedé
pensando si compartía o no esa elección. Hasta ese momento nunca había
hecho una reflexión-elección de ese tipo con mi idioma. Al ser mi lengua
materna y de uso cotidiano y normal nunca había reparado, en realidad,
en su belleza estética. En el juego de la combinación de sus letras al
ser pronunciadas más en unas que en otras. En separar concepto de
estética. Entonces empecé a repetir: cristal... cristal... cristal...
cris...tal... Y vi una nueva palabra. Y redescubrí mi lengua, mi idioma y
su belleza. Adquirí verdadera conciencia de la vida propia de cada
vocablo y de la vida que cobra en nuesta boca y nuestros labios cada vez
que los pronunciamos. Unas con más gracia que otras, claro."
Luisa e Mac me passaram faz tempo já. Daqui.
Nenhum comentário:
Postar um comentário